Llegado a Villa La Angostura, encuentro a qué camping ir y me diríjo hacia él caminando 1 km fuera de lo que vendría a ser el centro de la "aldea de montaña" (VLA). Allí, un camping elevado por la montaña, con vista a más montañas, instalo mi carpa al lado de otra carpa. De ahí, vuelvo al centro para recorrerlo un poco. Es una sola calle principal de unas 5 cuadras aproximadamente, lleno de negocios gastronómicos, de ropa, bancos, una estación de servicio, la terminal de colectivos, kioscos, paseo de artesanos, heladerías, etc.. Al finalizar paso por el supermercado y por el ciber para imprimir un par de CVs, ya que al día siguiente comenzaría a buscar trabajo, sobretodo en alguna cocina, o por qué no de mozo.
LLegada la noche, me cocino un rico arroz amarillo con cebolla cocida al fuego vivo lo que le dió un buen toque de sabor.
Al día siguiente, 17 o 18 de diciembre, bajo nuevamente al centro y lo recorro por completo entregando CVs por doquier y termino con la misma noticia de San Martín de los Andes, que no contratan gente hasta después de las fiestas o principios de enero. Sin embargo, en un restaurante con parrilla, me piden que vaya a trabajar al día siguiente para ponerme a prueba. Contento me dirijo hacia el camping para descansar.
LLegado el día de prueba, me presentan a todos los empleados y manos a la obra. Al finalizar la primer parte del día de prueba me comentan que hay un lugar, una pensión o una especie de hostal, donde se hospeda gente trabajadora, pero también aceptan mochileros que prefieren gastar poco y nada. Esa pensión, me cobraría menos que el camping si llego a pagar por mes y tendría cocina, baño y colchón bajo techo, habitación compartida.
En mi recreo, es decir, mi día laboral de prueba constaba de 4 horas de trabajo por la mañana - mediodía, y 4 horas por la tarde-noche, asi que antes de irme para el camping o hacia la pensión para averiguar mi hospedaje, un empleado del restaurante, más bien, un ayudante de mozo, de unos 20 años, escapado de la horrible situación de su barrio natal de Bs As. donde muchos de los jóvenes son dominados por la droga, por el famoso Paco, donde los tiros y los robos son parte de sus vidas diarias, me ofrece ir a su casita monoambiente para pasar el recreo. Él, sabiendo mi situación de andante solitario en busca de trabajo sin nada más que una carpa, decide ayudarme, ya que él pasó por lo mismo cuando se vino de la gran ciudad, diciendome que esa noche o las demás siguientes podría quedarme en su casa hasta que consiga algún lugar donde dormir. Pero, luego de haber escuchado todas sus anécdotas del barrio de donde él venía, como en las que salía a robar negocios con mano armada, o con amigos que tenían revólveres, me causa un no se qué, un cierto temor a aceptar su invitación, por lo que le respondo por medio de esquivas, con un "seguí participando", o mejor dicho con un "seguí esperando tu respuesta": no fue de mayor importancia.
Estando en su ranchito, en el barrio más pobre de VLA, barrio el Mallín, aparece un amigo de él muy acaloradamente y atolondradamente entrando por la puerta sin llave y destartalada. Saca una bolsita con cocaína y le da un respiro, un "saque", un "tiro" y se lo pasa a mi compañero de trabajo, quién luego de inhalar por su naríz me pregunta si yo deseo y le respondo con un no gracias, por lo que ante mi rechazo se vuelve a inhalar otra línea más. Así siguen tomando entre los dos y yo me despido diciendo:
- Nos vemos en el trabajo, voy a pasar antes por la pensión a averiguar...
Nos reencontramos en el trabajo, él totalmente duro como una piedra, pero con la chispita de la viveza jodida de barrios tumbas que se encuentran en Bs As., la piloteaba a su manera. Había dejado el Paco, pero no podía con la cocaína, aunque demostraba al mismo tiempo querer rescatarse, progresar y vivir una vida tranquila, por ello el motivo de su escape a las montañas, al "Jardín de la Patagonia Argentina", Villa La Angostura.
Al finalizar mi día laboral, mi día de prueba, me llama el dueño, una persona no muy alta ni muy baja, con bigotes y canas, con buena pansa de asado y alcohol, y con voz quebrada:
Dueño:- Vos me mentiste a mí...
Yo:- ¿cómo?... - Le digo, pensando dentro mío que sí, le había mentido, pues para entrar a trabajar en un lugar como esos, sin tener demasiada experiencia, pues yo sólo cuento con la mínima, hacía falta mentir un poco, aunque yo estaba convencido de que con sólo ese día no podía comprobarlo, ya que al ser aún temporada baja, no húbo mucho trabajo, sino que solamente llenar o completar algunos preparativos conocido como "mise en place" en el ámbito gastronómico.
Dueño:- Si, vos me dijiste que emplatabas platos y me mentiste...
Yo:- No, si yo he emplatado, no le mentí eh? allá en Córdoba emplataba platos en un restaurante fino... - me defiendo con la verdad, pues sí he emplatado alguna vez allá en Córdoba.
Dueño:- Bueno nose, toma 80 $ por el día de hoy y ahora ella (la encargada de cocina) te va a explicar.
Yo:- Bueno gracias.
Eso fue todo, me dieron salida, pero mucho no me importo, no me sentía cómodo y además, tenía otro día de prueba en otro restaurante de la zona, que me habían llamado durante mi recreo de ese día, pero eso ya era para dentro de dos días. Contento con mis 80 $, y sin haber gastado en nada, ya que comí en el restaurante, me dirigí hacia la pensión para averiguar.
Justo donde me habían indicado dónde era, me encuentro con un flaquito que fumaba un cigarrillo bajo la oscura y desierta noche en VLA, justo al toque de la terminal de colectivos, donde nos separa el Paseo de Artesanos. Él luce ser una persona humilde, de barrios humildes, y decido hablarle:
Yo:- hola... disculpa una pregunta, estoy buscando la pensión de María Andrade...
Flaquito:- Acá... ahí mirá...
Yo:- Esta casa de acá?
Flaquito:- Sí mira... por acá se ingresa, vení.
Así me acompaña hasta la puerta, él ingresa y sigue de largo hasta desaparecer por la otra habitación, de donde venían reflejos de un televisor y sus sonidos emitidos. Yo quedo estancado en la puerta, mirando ahora cómo se me acerca la dueña, María Andrade. Una señora con sus buenos años trabajando de lo mismo, de su pensión y de cocinera para los que allí se hospedan. Es más bien bajita y gordita, cachetona con unos ojos profundos y fuertes, que me causan una sensacíon de que es una persona muy luchadora:
María:- Hola.
Yo:- hola qué tal? vengo de parte de Laura, una encargada de cocina del restaurante Pabillón, me dijo que acá reciben gente y vengo averiguar bien cómo es, yo estoy buscando trabajo para la temporada y por el momento estoy parando en un camping...
María:- aja? de dónde sos vos?
Yo:- de Córdoba.
María:- aahh, y ya tenés trabajo?
Yo:- mmm me andan probando...
María:- bueno, pero si te quedas algo seguro conseguís... 600 $ al mes te sale...
Me habían dicho 500 $ al mes, por lo que al escuchar los 100 $ de más, bajo un poco la mirada y muy educadamente le digo:
Yo:- ahh, Laura me dijo que 500 $, por eso venía, pero bueno, dejame que voy a ir a averiguar en otro lado donde también me dijeron que cobraban 500 $ al mes y cualquier cosa vuelvo, sucede que ando medio medio...
María:- dale, 500 $ al mes te cobro.
Pues al día siguiente, levanto campamento y me dirijo hacia la pensión, pues me salía bastante más barato que el camping, dormía sobre colchón, sin frío, y todo me quedaba cerca a tan sólo pocas cuadras. Me acomodan en una habitación compartida, en la que sólo me encuentro compartiéndola con el flaquito que encontré la noche anterior, el mismo que me guió hacia la pensión.
Buen día!!! Buena tarde!!! Linda noche!!!
Es simplemente un blog, que navega o flota dentro del gigantesco mundo de la internet. Es mio, yo, quien navega o recorre el gigantesco mundo planeta tierra. "Viajar es vivir más. Todo cobra perspectiva. La realidad se ensancha y las experiencias engrandecen nuestra alma..." Me fui de viaje, y al hacerlo, me vine a mí mismo: espiritualmente, me llené de imágenes, de sentimientos, emociones, olores, colores, de gente, de cosas buenas y malas, de temores, de experiencia, de conocimientos, etc. Me vine, tuve un orgasmo con la vida..."El objetivo de Siddharta no consistió en el logro de la felicidad , sino , muy al contrario , en la liberacion del sufrimiento, de la ilusión y de la confusión". "Los primeros seres humanos que poblaron el planeta eran nómades, y si queremos atarlos para que no se vayan, tal vez los estaríamos enjaulando como a un ave, y sería muy poco saludable para su espíritu. Seguramente buscarán cómo salir volando otra vez. Éstos son los grandes viajeros y exploradores del universo, ellos han hecho un aporte de conocimiento incalculable en la historia de la humanidad, y lo siguen haciendo. Son muchísimos; cada vez más, parece; además son seres muy especiales por su misma condición de movedizos, no son extraterrestres, son más terrícolas que cualquiera porque sienten que el mundo es su casa, y lo aman."
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1 comentario:
muy bueno locura...
ademas de super entretenido cada vez escribis mejor ... posta que me re cutivo
abrazo otro dia leo otro capitulo
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