El 8 de diciembre de 2010, fue el día que agarré mi mochila al hombro y en ella un poco de ropa junto con mis artesanias de macramé, que aprendí hacer alguna vez en un viaje realizado por centro-américa para poder seguir andando; la carpa y las ganas de nuevos horizontes.
Así fue que decidí partir hacia la Patagonia Argentina, luego de tantas idas y vueltas en mi ciudad natal, buscando la manera de volver a partir, como hice aquella vez que anduve por centro-américa y que me despertó las ansias de viajar, por lo que de a poco fui descubriendo que la vida ya es por sí misma un viaje, así como uno llega y se va.
Mi primer destino, desde la terminal de omnibus de Córdoba, fue San Rafael de Mendoza, allí me subí a otro colectivo que me llevó a Malargue, un pueblo cercano al famoso centro de ski Las Leñas. Me encontre con un amigo, amistad florecida en junio de 2010 en Las Leñas, al realizar un curso para trabajar en el alquiler central del centro de ski. Me hospedó en la casa de su tía soltera, muy buena gente, y ella me terminó comprando dos pulsera, o una pulsera y un par de aros, ya no recuerdo bien.
Estuve como 2 noches y 3 días o un poco más, en el que pude juntar un poco de dinero, o mejor dicho cubrir los gastos que me ocasionaron los transportes para venir hasta Malargue a visitar a mi amigo "Neiber". También, una noche, en las afueras del pueblo, mi amigo y sus amigos y yo, realizamos un cordero al disco, lo hizo mi amigo Neiber con ayuda del resto, fue un espectáculo en aquel entonces, ya que ahora estoy más cerca del vegetarianismo, ya no recuerdo cuando fue la última vez que comí carne y mi última compra del supermercado vino sin un trozo de carne. Luego, salimos de farra a un bar bailable en el pueblo, donde ya canzado decidí partir sólo hacia la casa de la tía de Neiber, pues no me divertía en ese bar.
La pase lindo en Malargue, me despedí de aquellos seres tranquilos con rumbo a San Rafael de Mendoza nuevamente para tomarme otro colectivo con destino a la ciudad de Neuquén. Sólo de nuevo, sin saber que me iba a encontrar, aunque no iba totalmente sólo, conmigo viajaba el temor, la nostalgia de la soledad, la noche, la oscuridad, el sol, el celular con su radio, que aún hoy persiste en el tiempo y el espacio de mi vida, y demás cosas me acompañaban por los caminos sureños.
No recuerdo qué fecha fue en la que llegué tipo 7 en punto de la mañana a la terminal de la ciudad de Neuquén, debe haber sido el 12 o 13 de diciembre. Allí, me tomé otro colectivo con destino a San Martín de los Andes, hermosa naturaleza patagonica. Recuerdo el frío, el primer impacto de frío que sentí en la patagonia. Estaba sólo, en la terminal pensando en cómo encarar los dos campings accesibles para mis fondos económicos, pero uno de ellos aún estaba cerrado hasta el primero de enero, y el otro quedaba lejos del centro, bien lejos se podría decir. Asique camine un poco por el centro, por la calle principal, por la plaza y decidí volver a la terminal para ver si podía dejar mis cosas allí hasta acomodarme o encontrar un lugar donde dormir, pues el peso de la mochila ya comenzaba a sentirse intolerable (error viajar con mucho peso, pero llevaba mi artesanía). No tuve tiempo de usar el servicio de guardaequipaje que ya me había aparecido un señor ofreciendome el pequeño patiecito de su propiedad privada que contaba con un hostal y 3 cabañas una al lado de la otra, todo muy comprimido. Pues allí instale mi carpa y viví la primer noche en carpa en la Patagonia, frío. Me las arreglé para evitar el frío, simplemente me vestía con casi toda la ropa disponible, con capucha, gorro, 3o 4 remeras, swetercito fino, busito fino, sweter grueso, polar y campera, todo junto conmigo dentro de la bolsa de dormir y arriba de la bolsa toalla de baño. Así pude dormir sin problemas, aunque en principios el frío me golpeaba la naríz, luego fue costumbre y sólo los agujeritos respiratorios quedaban destapados. Al día siguiente lo tomé de manera turística, pues junto con Soma partí a escalar o subir una montaña cortando camino para llegar al mirador, verdaderamente hermoso, saqué un par de fotos, agasaje la naturaleza, pensé un poco, recordé un poco, medité un poco y bajé por el camino apto tranquilo hasta mi carpa. Esa tarde me puse hacer pulseras en el hostal, conocí algunos turistas, de Suiza, Buenos Aires y Estados Unidos, compartí la tarde con ellos, fuimos a un evento tradicional del lugar, donde escuchamos folkclore, comimos unas ricas empanadas y tomamos un rico vino caliente a la naranja.
Debe haber sido ya 16 de diciembre, día que salí con mis currículum vitaes a repartir en todo negocio gastronómico y demás en San Martín de los Andes. También, hablé con un artesano de la plaza, averiguando los precios de venta que utilizaba para sus pulseras, collares y demás, para así yo tener una idea básica en cuánto vender mi arte de hilo, el macramé.
El día siguiente lo dediqué nuevamente a entregar CVs en más negocios gastronómicos, donde en un uno de ellos me dijeron que no contrataban cordobeses. Lo tomé como un chiste, pero en realidad después me quedó la duda de que si era en serio o en joda jajaja.
Todos los dueños, encargados y demás contratistas de empleados, me decían que iban a comenzar a llamar después de las fiestas o recien a princípios de enero, entonces siendo 16 o 17 de diciembre, decidí partir hasta el próximo pueblo turístico llamado Villa La Angostura para seguir buscando trabajo sin perder tiempo y dinero, y eso mismo le explique al dueño de un restaurante en mi última entrevista en San Martín de los Andes, por lo que me contestó que no lo haga, que no me vaya:
- Nooo, no vayas allá, allá sólo tenés una calle de 5 cuadras y nada más, aca cuando suba la temporada tenés trabajo seguro, quedate unos días aguantando y vas a ver cómo te van a empezar a llamar...
Yo no le hice caso, al día siguiente, 18 de diciembre, levanté campamento, mochila al hombro, y encaré la ruta de los 7 lagos caminando, ya sin colectivo.
Buen día!!! Buena tarde!!! Linda noche!!!
Es simplemente un blog, que navega o flota dentro del gigantesco mundo de la internet. Es mio, yo, quien navega o recorre el gigantesco mundo planeta tierra. "Viajar es vivir más. Todo cobra perspectiva. La realidad se ensancha y las experiencias engrandecen nuestra alma..." Me fui de viaje, y al hacerlo, me vine a mí mismo: espiritualmente, me llené de imágenes, de sentimientos, emociones, olores, colores, de gente, de cosas buenas y malas, de temores, de experiencia, de conocimientos, etc. Me vine, tuve un orgasmo con la vida..."El objetivo de Siddharta no consistió en el logro de la felicidad , sino , muy al contrario , en la liberacion del sufrimiento, de la ilusión y de la confusión". "Los primeros seres humanos que poblaron el planeta eran nómades, y si queremos atarlos para que no se vayan, tal vez los estaríamos enjaulando como a un ave, y sería muy poco saludable para su espíritu. Seguramente buscarán cómo salir volando otra vez. Éstos son los grandes viajeros y exploradores del universo, ellos han hecho un aporte de conocimiento incalculable en la historia de la humanidad, y lo siguen haciendo. Son muchísimos; cada vez más, parece; además son seres muy especiales por su misma condición de movedizos, no son extraterrestres, son más terrícolas que cualquiera porque sienten que el mundo es su casa, y lo aman."
No hay comentarios:
Publicar un comentario