Buen día!!! Buena tarde!!! Linda noche!!!

Es simplemente un blog, que navega o flota dentro del gigantesco mundo de la internet. Es mio, yo, quien navega o recorre el gigantesco mundo planeta tierra. "Viajar es vivir más. Todo cobra perspectiva. La realidad se ensancha y las experiencias engrandecen nuestra alma..." Me fui de viaje, y al hacerlo, me vine a mí mismo: espiritualmente, me llené de imágenes, de sentimientos, emociones, olores, colores, de gente, de cosas buenas y malas, de temores, de experiencia, de conocimientos, etc. Me vine, tuve un orgasmo con la vida..."El objetivo de Siddharta no consistió en el logro de la felicidad , sino , muy al contrario , en la liberacion del sufrimiento, de la ilusión y de la confusión". "Los primeros seres humanos que poblaron el planeta eran nómades, y si queremos atarlos para que no se vayan, tal vez los estaríamos enjaulando como a un ave, y sería muy poco saludable para su espíritu. Seguramente buscarán cómo salir volando otra vez. Éstos son los grandes viajeros y exploradores del universo, ellos han hecho un aporte de conocimiento incalculable en la historia de la humanidad, y lo siguen haciendo. Son muchísimos; cada vez más, parece; además son seres muy especiales por su misma condición de movedizos, no son extraterrestres, son más terrícolas que cualquiera porque sienten que el mundo es su casa, y lo aman."

2 abr 2011

De SM de los Andes a Villa La Angostura. Camino de los 7 Lagos.

Comencé caminando, y habré hecho 1 km junto con el peso de la mochila, la carpa y una bolsa con viveres por si me tocara cocinar a la deriva y pasar una noche en la montaña. También llevaba una school-mochi colgada en el pecho: boludeces.
Hice dedo unas cuantas y pocas veces, y decidí no caminar más, primero porque no aguantaba el peso y segundo para no alejarme tanto de San Martín, ya que por ese tramo de la ruta y según todo lo que había visto desde el mirador, no había espacio alguno para acampar, pero como era de esperar, un treinta-añero de Buenos Aires frenó su vehículo alquilado en San Martín y alzó mi cuerpo. Como pude metí todas las cosas en el asiento trasero y así tuve mi primer aventura a dedo. Habrán sido unos 20 minutos de viaje, comentándonos un poco del presente de nuestras vidas:
El:- ¿Para dónde vas? yo voy hasta el cruce con chapelco, por ahí cerca... hasta ahí te alcanzo.
Yo:- Si buenísimo, me viene bárbaro, permiso... muchas gracias eh? no podía más.
El:- Y hay que andar con poco peso para andar de mochilero.
Yo:- Si pasa que soy artesano, hago estas cosas para sustentar mi economía.- Le digo señalando las dos pulseras que tengo en mi muñeca izquierda-. Más la ropa y el frío que hace a la noche, no se, todo suma, capaz que me falta un poco más de estado.- Bromeo un poco en serio.
Así fuimos charlando, me comentó que había conocido unos mochileros así como yo, que habían salido de Mar del Plata hacia el sur y que se terminaron quedando, en Bariloche. Yo le conte un poco mis planes, planes que aún no estaban bien definidos, asi que le dije que sólo andaba conociendo y buscando trabajo para la temporada de verano y él medijo que había salido de Bs. As. hasta acá para ver un terreno que quería comprar, entonces a cada ratos, en la ruta, frenaba y sacaba algunas fotos de los paisajes, donde algunas de esas bellísimas imágenes se componían por pequeñas tribus de los indios mapuches. Le llevaría las fotos a su mujer que se quedó en Bs. As. para mostrarle un poco la zona del terreno que comprarían, si no recuerdo bien les salía 80.000 pesos. Y yo también aprovechaba y me bajaba a capturar imágenes con mi cámara.
Luego, nos despedimos y nuevamente me encontré sólo sobre la ruta, ya con espacios para poder acampar, pero como aún era temprano seguí haciendo dedo mientras que seguía caminando. Iba por la ruta, en medio de plenas montañas y un silencio natural espectacular, una vegetación que imponía su respeto en el silencio. Pasé al lado de gente trabajando en la ruta, me saludaron y los saludé, y seguí caminando dejando atrás esos hombres trabajando y de nuevo sólo, con sed y un poco de hambre. Decidí parar en una cascadita, donde cargué mi botella de plástico y le di unos buenos tragos al agua fresca de montaña, ¿habrá sido nieve derretida que caía desde la punta de la montaña o simplemente una vertiente?. Allí descanse un poco, y hasta allí ningun auto de los que pasó me levantó. Ya había analizado zonas para acampar por si acaso, pero luego pasó un sheep viejo muy lindo, con un señor que trabajaba en la zona, como peón de un establecimiento turístico metido por una de las tantas montañas. El me levantó y fuimos escuchando música de campo, me comentó de las nevadas de la zona, me recomendó que tenga mucho cuidado, que no sea inútil, que viajar sólo podría ser muy peligroso y más aún en la manera que lo estaba haciendo yo. Su hijo solía hacer lo mismo que yo, pues noté claramente que le hacía recordar a su hijo. El es del norte del país, de Formosa, pero hacía ya varios años que trabaja en la Patagonia Argentina, y su hijo no recuerdo donde se encontraba, pero estaba vivo y coleando.
El hombre me dejó en un bellísimo lago, de los tantos lagos que hay por ese Camino de los 7 Lagos, donde decidí pasar la noche allí para volver a salir el día siguiente. Era casi el mediodía, instale campamento en un gran descampado conocido como camping libre y gratuito del Lago Felkner. Me cociné un rico arroz con palos y trozos de ramas que encontré por la zona que llevaban el fuego a tocar la cacerolita que llevaba conmigo. Luego, pase el resto del día junto con Soma, donde luego de caminar e inspeccionar todo el lugar, el amplio lugar rodeado de montañas aquí y más allá, y aquél tremendo lago azul, brilloso y claro que me hacía pensar mucho en el ser humano y el daño que hacemos con las ciudades, y demás actos crueles sin amor a la naturaleza. En mi inspección del terreno llegué a un lugar muy confortable para mis sentidos, allí conocía una lagartija, aunque ya había visto bastantes, ésta fue la afortunada de sentir mi presencia somática. Pues, al no tener nada para hacer, y estar rodeado de nada más  y nada menos que naturaleza patagonica, decidí agasajarla y sacarle fotos. No recuerdo bien cuánto tiempo estuve con ella, pero calculo mas o menos, intentando evitar la exageración, unas 3 o 4 horas. Tanto que hasta quise ser ella y vivir ahí mismo, en ese árbol caído al lado del lago. Al principio mi presencia la perturbó y se escondía o desaparecía entre los huecos de los troncos, pero yo en silencio y sin moverme provocó nuevamente la salidad de la pequeña Elliot, así la bauticé, por que para mí fue única por el momento único. Siento que tuve todo el tiempo del mundo para dedicarlo solamente a la contemplación de un animalito silvestre. Hasta me hizo acordar a la película Avatar, en la que los hombres, o avatares, se conectan con los animales de la selva de una manera distina a como cuando entra el pene del hombre en la vagina de la mujer, pero mas o menos por ahí anda, ese sentimiento de compenetrarse en el otro y ver su interior, el recorrido de su sangre, sus respiraciones constantes; amor, comprensión y demás sentimientos que te activan el cerebro o la lucidéz del estar vivo.
Bajo los rayos del sol, que ingería mi piel constantemente, le sacaba fotos a Elliot desde una distancia considerable para no espantarla, pero a medida que pasaba el tiempo es como que sentía que entre ambos agarrábamos confianza, yo para no asustarla ni molestarla y ella, o él, la verdad es que por su tamaño me daba la idea de que era un macho (Elliot), pero por ser la nomicación "lagartija" femenino prefiero también decirle "ella". Ella comenzaba a ver o notar que mi presencia no era de causarle ningún daño, ni cazador ni malvado, sólo le sacaba fotos y cada vez con menor distancia hasta que llegué a poner la cámara a unos 5 cm o 10 cm de Elliot. Fueron muchas las sensaciones que sentí en esa experiencia maravilloso, que alimento mi alma, la despertó o la sacó de la furia inmunda del sistema capitalista, de los que nos gobiernan, de los que son explotados, de los pobres maltratados por sus gobiernos millonarios, etc. Me animo a decir que esa pequeña lagartija no sólo salía a cazar alguna polilla o mosquita que andaba por ahí, sino que también me daba lecciones de lo que es la vida del ser vivo en general, de lo que es la vida en el planeta tierra fuera los ataques monstruosos del ser humano con toda su contaminación provocada por ejemplo el mismo detalle de fumar cigarrillos lastimándose a uno mismo, por ese maldito invento, que por detrás de todo el dueño de la tabacalera se encuentra... no se como se encuentra, pero ¿qué clase de ser humano es?.
En fin, al caer la noche, volví a cocinarme arroz, encendí mi último cigarrillo del día, agasaje el espectáculo nocturno del cielo un buen rato y me metí en la carpa a dormir, vestido y tapado hasta por las entrañas. Y sí, mi idea es dejar de fumar, y cuántos más como yo estan atrapados por el cigarrillo, por eso: ¿qué clase de ser humano es aquel que se enriquece gastando la salud de sus hermanos que somos, o deberíamos ser como Elliot? simplemente animalitos alimentados por el puto poder maldito y las infecciosas industrias y demás maldades del mundo.
Al día siguiente, cuando el sol comenzó a calentar la carpa y hacer de ella un pequeño hornito por la cantidad de ropa que tenía ensima, comencé a levantar campamento. Una vez todo listo para partir a la ruta nuevamente, me preparé el desayuno: arroz con leche (en polvo) muy dulce, muuuuy dulce que lo tuve que tragar a la fuerza. Pues no fue un invento muy agradable, ya que nunca había hecho ese alimento, pero me iba a dar un poco de fuerzas para seguir andando.
Así llegué a la ruta, lavé mis cosas en una cascada que había y llené mi botella vacía con agua natural fresca!. No hice ni 10 cuadras que me pasó un auto bastante rápido por el lado derecho mío, ya que yo iba de espaldas haciendo dedo, y que al rato vuelve sólo para levantarme a mí. Era un matrimonio, dos médicos del Perú, que se encontraban vacacionando, recorriendo un poco la Patagonia Argentina. Me imaginé que cuando me habían pasado, durante ese breve tiempito que siguieron de largo, habían discutido entre ellos de levantarme o no, y por lo que mas tarde noté, por la simpatía de la mujer conmigo, pensé que había sido ella la responsable de hacer que me levantaran, pues él, que conducía, no era muy amigable, aunque con el pasar de los minutos se iba soltando más y agarrando confianza conmigo, como asi yo también con él. Uno por ahí siente miedo de las demás personas que no conoce, pero al vencer esos miedos y adentrarte a la otra persona, así como hice con la lagartija y como el peruano hizo con este mochilero entre otras cosas, uno comienza a darse cuenta que la gente es buena, a pesar de esa maldición del ser humano que por un lado u otro siempre descarga alguna maldad, inconsciente o conscientemente.
No fue nada del otro mundo, fue una historia más de gente que levanta mochileros a dedo. Me preguntaron de mi vida, de mis planes a futuro, de la vida y me comentaron de ellos mismos más alguna preguntilla mía. Fue un ir y venir, una conversación donde uno se interesaba en la vida del otro. Los dos eran médicos, y recuerdo que ella me decía que tuvo como 10 años para recibirse de médica y que mucho no le gustaba, pero que debía finalizar sus estudios para defenderse económicamente en la vida, sobretodo en Perú donde por aquél entonces todo era muy complicado si no tenías estudios. Ella, intrigada, me preguntaba de mis estudios, de mis planes a futuro, etc:
Peruana:- ¿Tu has estudiado algo?
Yo:- Si, pero no acabé ninguna de las carreras, hice hasta tercero de comunicación audiovisual de cuatro años y hasta primero de Profesional Gastronómico de dos años. Ambas fueron abandonadas por motivos de viaje, y la segunda fue estudiada por el mismo motivo de viajar, para tener salidas laboral en cualquier parte del mundo, ya que todos nos alimentamos, ¿no?
Peruana:- ahh, claro claro... Entonces tu te encuentras bien digamos, no tienes problemas por ejemplo de querer vivir acompañado de una mujer, enamorarte y tener hijos, más deberías para ello tener fondos económicos interesantes, para la educación de tus hijos, para el mantenimiento de sus vidas, para esto y aquello pues... digamnos, tu estas bien, te sientes feliz con tu vida de viajero soltero... eres de esos viajeros! como el Che Guevara!.- Al compararme con el Che, ríe.
Yo:- Si... yo estoy bien ahora con la vida que llevo, hoy por hoy siento que lo mío es viajar, o internarme en distintas culturas, conocer, aprender, entrar en la gente, a mi todas esas cosas me llenan, la rutina y el no saber que hacer por ahí me cansan un poco o me aburren y entonces tengo días en que mi alma explota y pide a gritos un viaje...- Soy interrumpido por la peruana.
Peruana:- Esta bien, claro, eso se entiende, pero ¿tu no piensas en el futuro? ¿Cómo vas hacer si te enamoras y quieres tener hijos o simplemente te llega un hijo y no tienes fondos económicos para sustentarte? es decir, vas a tener que dejar esa misma alma que te pide a gritos un viaje, en algun trabajo o en dos! vas a tener que trabajar el doble o en trabajos que requieran mucho esfuerzo, pues sin un título todo es muy complicado... yo te digo esto por que en Perú se ve mucho y hasta hay gente que ni siquiera tienen trabajo y no tienen qué comer...
Yo:- Si bueno acá no es muy diferente tampoco, si se van al norte van a ver alguna historia similar, también en las grandes ciudades, los robos que hay y todo eso. Yo igual todavía soy muy joven, soltero y con muchísimas ganas de viajar, eso es lo que me esta tocando ahora. Con el tiempo se irá viendo, tampoco soy un irresponsable y un ciego al futuro, de vez en cuando le hecho un ojo al mañana, pero al hacer esto que estoy haciendo, el dejar todo lo que siempre tuve, familia, amigos, todo, es como que pierdo un poco el miedo al futuro. Esto me llena y me gusta.
Peruana:- Bueno igual acá en Argentina se puede progresar si uno trabaja, en Perú es muy difícil... Igual creo que para lo que tú haces sos de esas personas que se mueven bien solos, que prefieren estar solos y son felices así verdad?
Yo:- mmm no (río un poco) bueno un poco sí, pero creo que como cualquier ser humano siempre hace falta una buena compañia al lado, nose, uno también acepta lo que le va tocando, hay momentos para todo también (río simpáticamente)...
Y al instante la conversación se interrumpe por el Peruano que venía conduciendo al tanto de la conversación y nos dice que vamos a parar un rato en un lago. Allí, había un rancho muy rústico característico de los Mapuches, donde vendían como para tomar la merienda o alguna picada, con elaboraciones propias de ahí. Me invitaron una rica picada y un café, nos sacamos unas fotos y luego de un rato partimos rumbo a Villa La Angostura por un buen tramo de ripio. De ahí en más, la charla ya fue en torno a los paisajes y algunas pequeñas discusiones huevonas que se hacían entre ellos, como la devolución del carro alquilado, la hora de salida que tenían para el día siguiente, etc. Yo iba en silencio, pensando un poco en la charla anterior que había tenido con la señora, por lo que me faltó agregar que ellas me había demostrado que se sentía un poco arrepentida por su elección de vida como médica, pero que si no fuese por ello no podría haber charlado conmigo en la Patagonia Argentina, ya que no hubiese podido venir, por ejemplo. Además, también formaron parte de mis pensamientos Villa La Angostura misma, cómo sería mi llegada, adónde iría al llegar, cómo sería esa calle de 5 cuadras sin nada que me había mencionado el hombre del restaurante en mi última entrevista en San Martín de los Andes.
Cuando llegamos a Villa La Angostura (VLA), me dejan al lado de información turística, para yo averiguar los campings de la zona, y me dajan sus datos del Perú para que vaya a visitarlos por si alguna vez llego a pasar por allí, que no recuerdo bien donde o qé parte de Perú era, sí que era sobre el mar, pero por ahí tengo el papelito guardado. Nos despedimos con un abrazo y un beso.

2 comentarios:

Charly Oliva dijo...

muy bueno!.... me hizo recordar mi viaje por los siete lagos...
ademas senti que estab ahi... que copado... como extraño el contacto con la naturaleza... sea con la lagartija, o sea con otras personas...
en realidad lo de las personas lo estoy teniendo mas seguido ahora que deje todo lo de la computacion y me dedico a ser camarero.... ahi tengo ontacto todo el tiempo con gente y con la gente de la concina... y ves las miserias y las hermosuras que nos haces lo que somos... estas naves que vamos por el planeta....
que copado....
no me aguanto pasar por ahi....
me acuerdoq ue cunado viaje estaba por ponerme de novio con caro... asique mi cabeza estab abstabnte en caro pero la sesacion la llevo adentro ... que extasis....
abrazo

Joni dijo...

aguante! si es hermoso estar vivo, y a veces viajar nos ayuda a darnos cuenta de que estamos vivos!
abrazo